Decidir cuándo abandonar el negocio



Empezar un negocio propio no es para los débiles de corazón. Según la Administración de Pequeñas Empresas de EE.UU., la mitad de las pequeñas empresas fracasarán antes de llegar a su quinto aniversario. Con un 50% de probabilidades de fracaso, las personas que inician una pequeña empresa tienen que superar muchos retos para tener éxito a largo plazo. Para el 50% de los que tienen éxito, tener una pequeña empresa puede proporcionar seguridad financiera al propietario y a su familia. Por desgracia, para los que no tienen éxito, el fracaso representa la pérdida no sólo de la seguridad financiera futura, sino, en muchos casos, la insolvencia financiera en el presente. Reconocer las señales de que su negocio va en la dirección equivocada puede ayudar a mitigar la pérdida financiera. A continuación, veremos las señales de que puede ser el momento de poner fin a la empresa y, posiblemente, salvar parte de su estabilidad financiera.

¿Qué hace que una empresa fracase?

Hay docenas de razones por las que una empresa de nueva creación o una pequeña empresa en los primeros años puede fracasar. Algunas de las razones más comunes incluyen, pero no se limitan a, la falta de capital suficiente, la falta de experiencia, el uso de los fondos del negocio para uso personal, la competencia y los malos acuerdos de crédito. Todas las empresas necesitan un flujo de caja disponible no sólo para funcionar, sino para crecer. En muchos casos, una pequeña empresa está financiada principalmente por el propietario, la familia, los amigos y un puñado de inversores. Sin un capital suficiente, ni siquiera el mejor negocio, gestionado a la perfección, puede tener éxito.

Señales de que su empresa tiene problemas

No se puede negar el hecho de que todas las nuevas empresas experimentan problemas en los primeros años. La forma de manejar estos problemas y saber cómo evitarlos, o al menos reducir los daños, puede ser la diferencia entre un negocio exitoso y uno que cierra sus puertas. Para la mayoría de los propietarios de pequeñas empresas, el negocio representa no sólo una inversión, sino también el sueño de toda una vida. Con demasiada frecuencia, la fijación en convertir ese sueño personal en una realidad crea una especie de visión de túnel que impide al propietario ver las señales de advertencia de que su sueño está a punto de convertirse en una pesadilla. La inversión personal, tanto de tiempo como de dinero, puede ser abrumadora; sin embargo, es imperativo que los propietarios de negocios recuerden que su sueño es, de hecho, un negocio y debe ser gestionado en consecuencia. Las siguientes señales deben considerarse una advertencia de que su negocio se dirige hacia los problemas, independientemente de lo mucho que “desee” que tenga éxito.
No hay flujo de caja – Las empresas necesitan dinero en efectivo. Si su empresa depende únicamente del crédito o de otro tipo de financiación sólo para cubrir las operaciones básicas durante un período de tiempo prolongado, casi siempre se quedará sin opciones de financiación para mantener su empresa a flote.
Caída de las ventas: tanto si presta un servicio como si vende un producto, una caída de las ventas representa un problema. Aunque no es infrecuente que las empresas tengan periodos lentos, para tener éxito las ventas deben mantenerse estables o aumentar para crecer. Si su producto no se vende, algo va mal.
Alta rotación/baja moral – Una baja moral de los empleados y una alta rotación indican problemas en la gestión del negocio que el propietario puede no ver. Si sus trabajadores no tienen fe en su producto o servicio, ¿cómo pueden infundir confianza a los compradores? Si sus empleados están descontentos, investigue las razones para saber dónde está el punto débil.
Crecimiento rápido – Todos los propietarios de empresas se esfuerzan por hacer crecer su negocio y expandirse más allá de la puesta en marcha inicial. Desgraciadamente, un crecimiento excesivo en un corto periodo de tiempo puede ser lo que haga fracasar un negocio. Si su empresa experimenta un rápido crecimiento que no está previsto en su plan de negocio o en su infraestructura, puede muy bien destruir los cimientos. Esta es una situación en la que es posible tener demasiado de algo bueno.
Abandonar el negocio

Si su empresa está en declive, puede ser difícil saber exactamente cuándo hay que tirar del enchufe. Esperar demasiado tiempo seguramente le costará más dinero, pero si lo hace demasiado pronto, eliminará cualquier posibilidad de recuperación. Los expertos recomiendan establecer un límite sobre el tiempo que se está dispuesto a trabajar con pérdidas antes de tomar las medidas necesarias para cerrar el negocio. Puede ser una cantidad de dinero determinada o un periodo de tiempo específico. Si el negocio no mejora o da un giro antes de que se alcance el límite, es el momento de dejarlo. Otro factor es determinar la probabilidad de que su empresa pueda sobrevivir en el futuro. Los cambios en el sector, la nueva competencia y otros factores pueden indicar claramente que ha llegado el momento de seguir adelante.



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