Fianzas: una herramienta crucial, a menudo olvidada, para los empresarios



Los empresarios tienen mucho que hacer cuando se preparan para poner en marcha una nueva empresa. Para ayudar a organizarse, puede ser útil repasar una lista de tareas esenciales que deben completarse antes de abrir un negocio. Las consideraciones varían mucho, desde el lugar exacto en el que se va a instalar la tienda hasta el banco al que se le van a confiar las finanzas de la empresa.
Con demasiada frecuencia hay una consideración importante que se pasa por alto: la necesidad de fianzas. Estas herramientas de mitigación de riesgos suelen ser exigidas por los organismos gubernamentales que buscan proteger los intereses de los consumidores. Sin embargo, algunas fianzas sirven para proteger a los empresarios, lo que puede ser especialmente beneficioso para los propietarios de pequeñas empresas.
Entonces, ¿qué es una fianza de garantía?

En esencia, una fianza es un contrato legalmente vinculante que garantiza financieramente el desempeño de un individuo o una empresa. Cada fianza que se ejecuta vincula a tres entidades.
El mandante es el profesional o la empresa que adquiere la fianza para garantizar la calidad del trabajo que se realizará en el futuro.
El beneficiario es la entidad que requiere que ciertos profesionales y empresas se afiancen. Los obligados suelen ser organismos gubernamentales que trabajan para regular un sector.
El fiador es la empresa que vende la fianza al obligado, proporcionando así una garantía financiera de que el profesional o la empresa seguirán todas las normas necesarias indicadas en el lenguaje de la fianza.
¿Qué tipo de protección ofrecen las fianzas?

Existen miles de tipos de bonos de garantía y cada uno ofrece un tipo de protección único. Sin embargo, por lo general, las fianzas proporcionan aislamiento financiero y legal para proteger a los consumidores de profesionales y empresas poco confiables. Las fianzas proporcionan una garantía de que un individuo o una entidad cumplirá con sus obligaciones contractuales u otros deberes profesionales de acuerdo con las leyes y regulaciones. De este modo, proporcionan al público una protección financiera contra las empresas mal gestionadas.

Por ejemplo, supongamos que usted quiere abrir un negocio de notaría. En la mayoría de los estados, el propietario del negocio tendría que comprar una fianza y luego presentarla ante el estado antes de obtener una licencia. Si un notario público con fianza comete un fraude, cualquier parte perjudicada por el negocio puede presentar una reclamación contra la fianza. Si es válida, el proveedor de la fianza se asegura de que el reclamante sea compensado, ya sea por la empresa o por ella misma.

La normativa sobre fianzas varía mucho en función del sector y de la jurisdicción en la que vaya a operar la empresa. La mejor manera de determinar si necesita o no una fianza de garantía es ponerse en contacto con quien le expide su licencia comercial. Los siguientes son sólo algunos tipos de profesiones que casi siempre requieren fianzas:
concesionarios de automóviles
corredores de bienes raíces
empresas de construcción
agencias de cobro
proveedores de equipos médicos duraderos
clubes de salud
subastadores
agencias de viajes
Los empresarios que no están obligados a comprar fianzas pueden beneficiarse de ellas. Aunque los bonos de garantía suelen actuar como medio de protección para los consumidores y los contribuyentes, hay ciertos bonos que también pueden proteger a los propios propietarios de empresas. Las empresas de contabilidad, las empresas de limpieza y otras empresas que confían en empleados individuales suelen comprar bonos por robo de empleados. Estas fianzas protegen a los propietarios de negocios en caso de que sus empleados roben los fondos de la empresa.
¿Cuánto cuestan las fianzas?

La prima de una fianza se basa en varios factores, incluyendo la calificación crediticia y el historial financiero del solicitante, la fianza específica que se necesita y los costos de suscripción del proveedor de fianzas. Los propietarios de empresas con buen crédito pueden encontrar fácilmente tarifas competitivas siempre que la fianza no sea demasiado arriesgada. En la actualidad, las tarifas de las fianzas para quienes tienen buen crédito suelen calcularse entre el uno y el tres por ciento del monto de la fianza.

Algunos proveedores de fianzas emitirán fianzas para solicitantes con un crédito menos que estelar, pero la prima será mucho más alta. Las tarifas de las fianzas de alto riesgo pueden alcanzar fácilmente el 25 por ciento del importe de la fianza. Las empresas nuevas suelen tener tasas más altas porque tienen un historial financiero limitado. Para obtener las tarifas más competitivas, los profesionales deben comparar para encontrar el mejor proveedor de fianzas para sus necesidades.



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