Cuatro componentes clave para ponderar el valor de los empleados



Como directivo, calibrar el valor de los empleados es una tarea difícil pero necesaria. Le permite decidir a quién dejar marchar cuando los tiempos son difíciles y a quién retener para garantizar el crecimiento de la empresa. A veces, las decisiones son sencillas -basadas en las habilidades que aportan a la empresa- y otras veces es difícil, debido al equilibrio entre costes y habilidades. He aquí cuatro factores principales que hay que tener en cuenta a la hora de medir el valor de los empleados.
Iniciativa

¿Muestra el empleado iniciativa, o viene a trabajar todos los días sin motivación, limitándose a cumplir con los trámites? Los empleados valiosos valorarán la empresa y se esforzarán por encontrar formas nuevas y eficaces de hacer las cosas. Demostrarán iniciativa aportando nuevas ideas. Los empleados de escaso valor se dedicarán a hacer lo mínimo y a fichar, y ofrecerán pocas sugerencias en las reuniones. Los empleados que muestran iniciativa son líderes potenciales, mientras que los empleados que nunca muestran iniciativa son eternos seguidores. Los líderes potenciales son mucho más valiosos que los zánganos descerebrados.
Juicio

El juicio es algo difícil de calibrar, ya que un empleado excepcional puede cometer un mal juicio asumiendo un riesgo excesivo, mientras que un empleado medio puede tomar constantemente decisiones seguras y nunca sufrir por ello. Depende de tus prioridades como líder. Tal vez necesite empleados agresivos que no tengan miedo de asumir riesgos, pero también puede necesitar mandos intermedios estables que puedan mantener el rumbo del barco sin intentar hacerse notar con riesgos elevados. Los empleados valiosos también muestran una gran capacidad para tomar decisiones: son capaces de calcular rápida y eficazmente los beneficios e inconvenientes de dos decisiones y actuar en consecuencia. Estos empleados también deben ser capaces de tomar una decisión impopular a corto plazo si es mejor para la empresa a largo plazo.
Lealtad

Un empleado valioso es aquel que se toma su trabajo como algo personal; un empleado pobre es aquel que lo deja en la oficina. Aunque puede ser una mala idea vivir para trabajar, es un sello distintivo de un empleado eficaz. Los empleados pobres no pensarán en formas de hacer avanzar a la empresa y, por tanto, no mostrarán la iniciativa necesaria para alcanzar rangos corporativos más altos. El empleado también debe ser leal a su empresa; un empleado desleal que esté pluriempleado en un competidor, o uno que esté a punto de marcharse, puede propagar una negatividad contagiosa entre sus filas, y es mejor que sea despedido lo antes posible.Eficiencia de costes

Un empleado valioso es aquel que intercambia un conjunto de habilidades valiosas por su escala salarial. Es posible que tenga un empleado excelente en su equipo al que se le pagan 100.000 dólares al año, pero que pueda cubrir su puesto con tres nuevos empleados con habilidades similares por 30.000 dólares cada uno. Un equipo de tres puede ser más rentable, debido a la flexibilidad de las partes combinadas. Además, uno de los empleados sobrepagados puede reconocer su valor para la empresa y exigir un salario más alto, lo que le pondría a usted, como líder, en un aprieto. Supervise cuidadosamente a sus empleados maduros para ver cuáles son los menos rentables, y déjelos marchar.

Esperamos que esto le ayude a empezar a eliminar a los empleados ineficaces y a mantener a los más valiosos.



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