Cómo invertir en una empresa
es una de las habilidades de inversión más básicas que deben dominar quienes tienen fondos bajo su gestión. Tal vez la forma más fácil para las empresas que cotizan en bolsa sea comprar sus acciones a través del mercado de valores donde cotizan. Para ello, tendrá que abrir y financiar una cuenta de corretaje de acciones con un corredor que gestione las transacciones en la bolsa pública donde cotizan las acciones.
Además, si la empresa en la que desea invertir tiene su sede en un país extranjero, es posible que también tenga que realizar una operación de cambio de divisas para vender su moneda nacional y comprar la moneda extranjera con el fin de invertir en esa empresa. Una alternativa más sencilla para los inversores en acciones con sede en Estados Unidos puede ser la compra de American Depository Receipts o ADRs para las grandes empresas extranjeras que cotizan sus acciones en Estados Unidos.
Por supuesto, la forma de invertir en una empresa que no cotiza en bolsa es otra cosa. Si la empresa va a hacer pronto una oferta pública inicial o IPO, entonces puede ser posible que los inversores importantes se incluyan en una lista de suscripción para la oferta gestionada por el banco de inversión implicado. Dado que las acciones de la OPI suelen subir sustancialmente poco después de salir a bolsa, esta estrategia de inversión puede resultar bastante lucrativa para quienes puedan participar en ella.
Algunas empresas son tan pequeñas o están tan estrechamente controladas por sus fundadores que, aunque se han tomado el tiempo de constituir una sociedad, todavía no desean que sus acciones se negocien públicamente o coticen en una bolsa importante por alguna razón. Para obtener financiación, estas empresas podrían ofrecer a los inversores interesados la oportunidad de realizar préstamos privados o participar en alguna otra forma de oportunidad de inversión privada que implique la participación en los beneficios. Se puede contactar con estas empresas para ver si pueden aceptar nuevos inversores privados, y también podrían estar abiertas a aceptar financiación de empresas de capital riesgo.