Daños Colaterales

Eufemismo utilizado por el ejército norteamericano durante la segunda guerra del Golfo Pérsico (2 de agosto de 1990 – 3 de marzo de 1991) como descripción casual de las muertes civiles causadas por los bombardeos de las fuerzas aliadas. Se citó ampliamente como ejemplo de doble lenguaje insensible debido a la suposición implacable subyacente de que un asesinato llamado por otro nombre no es un asesinato. Ganó mayor notoriedad cuando el terrorista estadounidense Timothy McVeigh la usó para ignorar la muerte de 19 niños pequeños por su bomba el 19 de abril de 1995 en Oklahoma City, en la que también murieron 149 adultos. En el uso común, significa pérdidas inesperadas, involuntarias y/o inevitables que acompañan o siguen a un accidente o fallo.


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